En el marco del lanzamiento de la ‘Nota Política Pública’, un nuevo espacio de análisis y reflexión a las políticas educativas de la ciudad, Óscar Sánchez, Sindey Bernal, Nelson Alarcón y Alejandro Palacio, analizaron junto al IDEP el modelo de alternancia para Bogotá.
La publicación de un análisis sobre la posibilidad del regreso de estudiantes y maestros a los colegios de Colombia, realizado por el Instituto para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico (IDEP), fue el centro de un conversatorio virtual organizado con 4 expertos en educación, este jueves 30 de julio.
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A través de la ‘Nota Política Pública’, nuevo espacio del IDEP para reflexionar sobre la educación desde el ámbito jurídico, pedagógico, político y legal, el director Alexander Rubio invitó a Óscar Sánchez, director de la Fundación Educapaz y ex secretario de Educación del Distrito, al presidente de Fecode, Nelson Alarcón, a la maestra Sindey Bernal, nominada como una de las mejores 50 docentes del mundo y al líder estudiantil Alejandro Palacio, para conocer sus miradas sobre el modelo de alternancia académica que se ha planteado en el país durante los últimos meses.
Amanda Cortés, maestra, investigadora del IDEP e integrante del equipo encargado de producir este análisis sobre alternancia, fue la encargada de conducir el conversatorio, que incluyó varias preguntas a los invitados.
¿Abrir o no reabrir?
Si bien las afectaciones socio emocionales y académicas por cuenta de la pandemia para los estudiantes tomarán “años en revertirse”, y el cierre de las escuelas debe ser una medida indispensable para asegurar la vida de los estudiantes y maestros, Óscar Sánchez, afirmó que es determinante no pensar en decisiones absolutas.
“Tenemos que empezar a pensar la presencialidad y no tenerle miedo. La pregunta es en qué condiciones y cuándo podría empezar a darse. Lo conveniente en este momento es tenerlas cerradas, pero por qué no empezamos a conversar sobre las condiciones para empezar a abrirlas en el momento indicado. Y hacer diferencias entre territorios, situaciones de los niños y sus familias y posibilidades de los colegios para ir construyendo un plan de reapertura”, afirmó.
Una posición contraria mantuvo el presidente de Fecode, Nelson Alarcón, al afirmar que las condiciones no están dadas para el regreso. “Las instituciones educativas no están preparadas, ni siquiera Bogotá, a pesar de las grandes inversiones en conectividad, infraestructura que han hecho los últimos gobiernos de la ciudad”. Y aseguró que “debe prevalecer la vida”, y que “es necesario flexibilizar los Proyectos Educativos Institucionales (PEI), en donde participen las comunidades educativas”.
Por su parte Alejandro Palacio señaló que quienes se han visto más afectados por la pandemia han sido las poblaciones más vulnerables pues “son los que tienen más riesgo en calidad y cobertura educativa”, frente a lo cual hizo un llamado sobre la responsabilidad de diseñar las políticas educativas. “Es un asunto de justicia social que pone en riesgo nuestra democracia y ahí tiene que ver mucho el gobierno, que prefiere ahorrar en educación por gastar en salud, un gobierno que no quiere gastar en conectividad”, aseguró.
Posibles escenarios para el retorno
Frente a los posibles escenarios para el retorno a las aulas, la maestra Sindey Bernal indicó que hay una gran necesidad de mejorar temas como la conectividad en las instituciones, reducir el número de estudiantes por salón, así como hacer una transformación pedagógica que permita repensar la institución en función de tiempos, espacios y contenidos.
“Estoy de acuerdo con la flexibilización escolar y con la metodología por proyectos basados en el contexto por territorio, para generar soluciones a los estudiantes en sus territorios. Podemos ser parte del cambio a través de esas estrategias”, explicó.
Por su parte Sánchez argumentó que se debe afrontar la crisis en cuatro momentos: la emergencia, la crisis social y en salud pública que se va a originar después del pico de la pandemia, la recuperación y la prevención. “En materia educativa, psicosocial, motriz, de estrés tóxico vivido por los estudiantes e incluso de deserción escolar, el proceso va a durar uno o dos años. Después de la crisis hay que recuperar todos los atrasos, que van a durar el resto de estos gobiernos territoriales y también prevenir que en el futuro no nos vuelva a pasar lo mismo”.
Otra salida, según Nelson Alarcón, es la de crear un acuerdo social por la educación, que incluya nuevas políticas públicas para el sector, fortalecimiento en la formación de docentes y el apoyo a la investigación e innovación desde el aula. “Se necesita un verdadero acuerdo por la educación con padres, docentes, directivos, estudiantes, con los sectores público y privado y con el gobierno para poder transformar la educación. Debemos cambiar con lo que el pueblo realmente necesita”.
Otras recomendaciones como adelantar un estudio sobre la salud mental de los estudiantes y los maestros, generar estrategias para evitar una deserción masiva de la población estudiantil en los colegios y las universidades, en las que según Palacio han abandonado más de 3 millones de estudiantes, y asegurar el derecho a la educación de poblaciones en condición de discapacidad fueron destacadas durante este conversatorio.
El director del IDEP, Alexánder Rubio anunció que, como ente investigador de la ciudad, el IDEP seguirá analizando otros temas de la educación que son importantes para seguir cerrando brechas en acceso y calidad para miles de niñas, niños, jóvenes y maestros. Asimismo, invitó a maestras y maestros a seguir participando en los espacios virtuales que abre cada mes el Instituto, para conocer experiencias innovadoras que fortalezcan el quehacer de las y los docentes.
¡La educación en primer lugar!