Construyendo comunidad: resistencias, voces y lugares. Una apuesta por la paz desde el empoderamiento educativo
Por: Juan Diego Cabrejo Muñoz. Docente colegio Marruecos y molinos. Licenciado en ciencias sociales, Universidad La Gran Colombia, magíster en Educación Universidad Pedagógica Nacional.
Por: David Camilo Moreno Foglia. Magíster en Ética y Problemas Morales Contemporáneos: Corporación Universitaria Minuto de Dios. Licenciado en Filosofía: Universidad Pedagógica Nacional. Investigador solidario en el Instituto Nacional de Investigación Social INIS, miembro de la Red Nacional de Profesores de Ética. Líder de investigación y educación en Fundación Muisca. Maestro en la Secretaría de Educación del Distrito (SED). ORCID: https://orcid.org/0000-0001-8419-2035
La historia social y política de Colombia ha estado atravesada por distintos tipos de violencia, desde las constantes guerras por obtener propiedad sobre el territorio y los recursos naturales, pasando por el disentimiento político e ideológico, hasta la reproducción cultural de violencias raciales, o de género. Ante este panorama, es innegable que la historia de la educación en Colombia no ha podido escapar a esa construcción histórica de nación, las instituciones educativas han sido víctimas colaterales de las guerras, pero también escenarios de reproducción de dinámicas violentas entre quienes hacen parte de su comunidad.
Por esta razón, en tiempos en los que se habla de intencionalidad y voluntad de construir una sociedad en paz y no prima el discurso de la violencia como eje principal de construcción de país, es necesario preguntar cuáles son los retos que tiene el sistema educativo y por lo tanto, nosotros, los educadores para promover espacios de aprendizaje en donde prime el pensamiento crítico, el respeto a la diferencia y la resolución pacífica de conflictos para aportar a la trasformación social de los distintos ámbitos en los que acontece la vida de los miembros de la comunidad.
A partir de lo anterior, en el colegio Marruecos y Molinos IED, surge esta propuesta llamada Construyendo Comunidad: Resistencias, Voces y Lugares, enmarcada en la estrategia de la SED Incitar Para la Paz, que apunta a fortalecer en los estudiantes la capacidad reflexiva en torno a las condiciones de su realidad y la comprensión de diferentes tipos de diversidad y subjetividad. La institución, ubicada entre los barrios Marruecos y Molinos de la localidad Rafael Uribe Uribe, lleva más de 30 años en su actividad educativa.
Es un territorio en donde se evidencian las consecuencias de la desigualdad en Colombia, el contexto socioeconómico está determinado por la estratificación social 1 y 2, esto implica que hay familias con una situación económica complicada. En esta descripción se puede decir que, una gran parte de estudiantes son de barrios aledaños como Diana Turbay, San Agustín, Palermo, Mirador, Providencia y una zona de invasión, es importante mencionar que aparte del desplazamiento interno en nuestro país, se han sumado en los últimos años un número importante de migrantes venezolanos.
No se evidencia que haya estudiantes víctimas del conflicto armado – o al menos no victimas directamente-, sin embargo, hay problemas de microtráfico, pandillismo, hurto y frecuentes eventos de todo tipo de violencia, por cuestiones económicas, intrafamiliares, territoriales y por falta de una buena comunicación.
Las preguntas orientadoras con las que surgió esta iniciativa son ¿Sirven los procesos de aprendizaje y reconocimiento en torno a la memoria histórica para que los sujetos sean más sentipensantes e impacten de manera trasformadora y consciente en sus entornos? Y ¿Cómo se pueden crear espacios dialógicos, a partir del trabajo y la reflexión en torno a la memoria histórica, en donde confluyan expresiones artísticas y políticas para mejorar las relaciones con los otros?
Este proyecto continuará teniendo como propósito principal la construcción de una comunidad crítica que empodere a los y las estudiantes para trasformar
El objetivo general del proyecto ha sido propiciar espacios de trabajo que generen conciencia política y social desde una postura colectiva para que los sujetos que hacen parte de la comunidad educativa aporten de manera trasformadora en sus distintos entornos. Comprender las causas y las dinámicas de discriminación con base en la desigualdad generada por característica físicas, económicas, ideológicas y de origen de nacimiento, esto para proponer soluciones a partir de herramientas de tipo político, social y cultural con énfasis comunitario que lleven a construir procesos de paz.
La propuesta en el colegio surgió como una idea conjunta entre estudiantes y profesores en pro de realizar un trabajo significativo, basado en tres herramientas fundamentales, en primer lugar la memoria histórica, como recurso narrativo dando la posibilidad de escuchar otra historia, como dicen en algunos lugares la historia del oprimido, como una manera de reivindicar otras versiones, al vecino, a la abuela, a la comunidad en general como ente participativo y valioso en la construcción de comunidad.
En segundo paso se propuso basarse en espacios dialógicos, como la oportunidad donde las ideas puedan juntarse y mostrar esa multiculturalidad, como generador de propuestas que beneficien el ámbito académico y comunitario. Y, por último, la herramienta titulada como trascender el aula, en donde lo pedagógico no sea en un espacio delimitado por una construcción de concreto, sino que esta vaya más allá y distintos agentes sociales puedan compartir sus saberes y experiencias. Se ha constituido un semillero integrado por 21 estudiantes quienes, a partir de su participación, potencian habilidades de liderazgo político y la aptitud propositiva para construir comunidad. Durante el segundo semestre año 2022 se realizó la actividad de lanzamiento del proyecto, que contó con una manifestación cultural del grupo de Circo callejero del colegio Claretiano de Bosa, el proyecto audiovisual del Spectro y la banda marcial Innovación Marching Band del colegio Marruecos y Molinos.
Posteriormente, desde sus roles de liderazgo, los estudiantes del semillero realizaron talleres para todos los cursos de bachillerato en los que abordaron la problemática de la discriminación. Por último, 24 talleristas externos abordaron cursos alrededor de temas con enfoque social entre los que sobresalen los de género, educación ambiental, derechos humanos, historias del conflicto, entre otros.
Para el año 2023 se espera que como producto final tengamos primero, un proceso de reconstrucción de memoria histórica de un trágico suceso ocurrido durante el año 2000 en la institución en el que se vio reflejado el impacto del conflicto armado en los ámbitos educativos, donde el estudiante se empodere de conceptos académicos y herramientas investigativas para llevar a cabo este proceso de memoria, y en segunda instancia, un evento de intervención cultural para realizar un mural en torno a la paz y la no violencia en la fachada del colegio.
Allí se llevará a cabo un encuentro cultura- en lo posible con personas que narren distintos testimonios en torno al conflicto-. Además, esperamos que los estudiantes realicen producción literaria y artística como cuentos, poesía, comics, historietas, pinturas, grafitis, etc, tomando como base el trabajo realizado en torno a algunos volúmenes y apartados seleccionados del Informe Final de la Comisión de la Verdad.
“El marco teórico y conceptual de la propuesta es la pedagogía crítica, la pedagogía de la memoria, proyectos para la paz, pedagogía del compromiso y la educación popular”
Todas estas apuestas teóricas como pilares fundamentales de una mirada educativa alejada de la educación bancaria y estandarizada que está más pensada desde el mundo empresarial que del mundo social. La propuesta surge del llamado a repensar la educación como ese medio en donde se pueda aportar para la equidad, el respeto y una convivencia más armónica, que su papel sea el trabajo de lo humano y lo social.
Este proyecto continuará teniendo como propósito principal la construcción de una comunidad crítica que empodere a los y las estudiantes para trasformar los espacios que consideran que vulneran la tranquilidad y respeto por la libertad del pensamiento colectivo. Construyendo cada vez más escuelas como territorios de paz.