Editorial MAU 133
Educación para la paz, la convivencia y las memorias
En un país como Colombia, azotado por violencias de toda índole a lo largo de más de dos siglos de vida republicana, la educación para la paz y la convivencia se erige como una necesidad urgente e inaplazable.
Los colegios y las universidades no solo tienen la responsabilidad de transmitir conocimientos académicos y brindar las competencias requeridas para hacer frente al siglo XXI, sino también de fomentar valores que promuevan la armonía social y el respeto mutuo. Paradójicamente, esta sigue siendo una asignatura pendiente. En este contexto, las investigaciones y las innovaciones edutivas en estos temas desempeñan un papel neural.
La educación para la paz no debe limitarse al desarrollo de contenidos; esta debe constituirse en filosofía educativa, que cubra todos los aspectos del currículo y la vida escolar. Sin duda, los enfoques integrales y participativos, que involucran a estudiantes, docentes, directivos y comunidad, son los más efectivos. Metodologías activas y colaborativas permiten a los estudiantes desarrollar habilidades de resolución de conflictos, empatía y cooperación.
Por su parte, la convivencia escolar es un reflejo de la sociedad en miniatura. Las innovaciones didácticas que buscan mejorar la convivencia van más allá de la gestión de comportamientos. Se centran en la creación de ambientes educativos inclusivos donde la diversidad sea valorada y respetada.
Un aspecto determinante en la educación para la paz y la convivencia es la pedagogía de las memorias. Recordar y reflexionar sobre los conflictos pasados, ya sean locales o globales, es esencial para evitar su repetición. Esta práctica no solo honra a las víctimas de la violencia, sino que también ofrece lecciones valiosas para la construcción de un futuro más pacífico.
Sobre estos cruciales temas versará la presente edición del Magazín Aula Urbana, aspectos preponderantes para la construcción de sociedad desde las instituciones educativas.
Buena lectura.
Andrés Mauricio Castillo Varela
Director del Instituto para la Investigación Educativa y el Desarrollo Pedagógico