Infancias, arte y memorias
Por: Elsa Castañeda Bernal.. Estudios de economía, Psicología y Pedagogía. Magistra en Investigación y tecnología educativa (Pontificia Universidad Javeriana) y Estética e historia del arte (Universidad Jorge Tadeo Lozano). Correo:elsa.castaneda.b@gmail.com
Durante el siglo que transcurre, he indagado desde la práctica investigativa y la intervención social, la relación orgánica entre arte, infancias, construcción de conocimiento, atención psicosocial y pedagogías de la memoria con sobrevivientes del conflicto armado en contextos escolares y comunitarios. Las interacciones entre estas nociones se plantean desde el giro narrativo, performático e interdisciplinar en el campo de las infancias, donde el arte es considerado como lenguaje genuino de expresión, representación, comunicación y construcción de sentidos de vida, desde las nuevas realidades que ellos y ellas crean a través de narrativas visuales, sonoras, corporales, literarias y performáticas que, como autores de sus obras, ahondan en sus universos metafóricos y simbólicos.
En la medida en que se afianzó la investigación científica, también se consolidó una imagen del arte, si no antagónica, al menos sí significativamente diferente. En este milenio arte, investigación y práctica social solidifican el camino interdisciplinar al imbricar métodos ajenos a sus disciplinas, procedentes de la estética, las pedagogías activas, de la memoria, la psicología clínica, la sociología de la infancia y la antropología social. Lo performático y lo narrativo son el punto de inflexión común.
La ciencia social performativa involucra diferentes discursos y tradiciones del conocimiento, de las prácticas sociales y de los saberes que, desde el sentido del "carácter de la obra", despliegan la emergencia del sujeto en múltiples manifestaciones. Emergen nuevos conceptos (Rubiano, 2015; Yépez, 2018): “arte como curación simbólica”, las nociones de víctima, testigo, memoria y reparación simbólica resultan centrales; y “posrepresentación”, el abordaje de la violencia no depende de la representación, tiene relevancia social por lo que hace, por su agencia, por los procesos sociales que propicia y moviliza. En la reedificación de memorias con las infancias, se abandona cualquier pretensión esencialista y prescriptiva, se muta hacia su comprensión como constructores de cultura, expertos en las situaciones que acontecen en sus entornos, familias, escuelas, espacios de socialización, con capacidad de dar cuenta de lo que allí acontece.
Arte y memorias, mediadas por las narrativas mencionadas y creadas e interpretadas desde las expresiones y voces de las infancias y no desde lo que los adultos dicen que ellos y ellas dicen o quisieron decir; poseen posibilidades transformadoras individuales, colectivas; son potenciales de concientización, conmoción, activación y movilización social; como canalizadores emocionales, ayudan a tramitar duelos, generados por el conflicto armado, desencadenando procesos de reconciliación y fortalecimientos de la paz, desde edades tempranas.
Las imágenes de apoyo materializan lo aquí expuesto.
Narrativas visuales
La iglesia de Bojayá, Chocó (2002). Autorretrato niña de 3 años 10 meses. Crayón sobre Cartulina.
Mi pelo, mis ojos grandes; a las piernas y brazos se les salió un poquito la sangre, al cuerpo, a la cara no. La mamá y hermano se les salió toda la sangre, se pusieron encima... pasaron el río, yo no, los hermanos no. Mis amigas y vecinos pasaron el río, se les salió toda la sangre. Hay ángeles que lo llevan. No quiero pasar el río, no cierro ojos, veo cosas malas, lloro. Juego y canto poquito.
Narrativas visuales
El Tigre, Putumayo (1999). Narrativa visual. Construcción colectiva. Niños y niñas entre 4 y 8 años. Estilógrafo sobre papel bond.
Interpretación
El rio huele a sangre, le mandamos flores todos los días para que vuelva a oler a rio. Los malos los sacaron de las planchas del mercado y los botaron al rio, esos no son pescados son personas, otros los dejaron tirados en el piso. Los de la tienda los vieron. Sacaron a los grandes, nos escondimos. Llegó el ejército y salimos a ver... fue muy feo. El papá y tíos se fueron, no los vemos. Nos da susto el silencio y el olor que quedó.
Sincelejo (2000). Todos nos fuimos. Construcción colectiva, niños y niñas de primera infancia. Lápices de colores sobre papel bond.
Interpretación
Nos fuimos rápido, el sol no tenía luz, el cielo era rojo, nos dio susto. Corrimos por la montaña, potreros y quebradas. Nos agarramos de las manos de la familia y no nos soltamos hasta que llegamos. El padre también fue, es ese, ese con gorro. Por la noche hacia miedo, los perros de las fincas ladraban, mi perro se quedó con las gallinas, el mío también, el mío..., con los animales y la casa. La seño también fue y cantábamos pero pasito.
Referencias
Rubiano, E. (2015). El arte en el contexto de la violencia contemporánea en Colombia. Revista Karpa 8.
Yépez, R.D. (2018) Post-representación: estéticas de la violencia en el arte contemporáneo. Revista Estesis, 42-71.